10. Debemos estar a la altura del desafío de este nuevo contexto. 

El mundo se está reformulando en torno a la agenda de la sostenibilidad ambiental. No sin dificultades, la tendencia es clara hacia una nueva economía signada por la transición a un mundo de cero emisiones para mediados de siglo. Se crearán miles de nuevos empleos asociados a esta nueva economía, pero también habrá sectores donde se perderán empleos y eso es un desafío inmenso para nuestro sistema educativo, el mundo laboral y las economías regionales. La dirigencia política debe involucrarse más en este proceso para planificar y generar una transición justa y socialmente equilibrada.

En muchos sentidos se trata de una etapa inédita en la historia global. También lo será dentro de cada uno de nuestros países. En lo que nos toca directamente, creemos que es un momento en el que debemos recuperar algunos de los valores históricos distintivos de nuestro país, como la educación pública y de calidad, abierta a todos los ciudadanos; el acceso universal a una salud pública prestigiosa, la oportunidad de trabajar en paz y con seguridad. Podemos mantener y reforzar la generosa invitación abierta al inmigrante honesto y trabajador que firmaron aquellos argentinos visionarios que nos dieron la Constitución Nacional. Pero todo esto no será recuperable con las reglas del siglo pasado.

La política debe comprender la magnitud del desafío que tenemos frente a nosotros. Tenemos la posibilidad de convertirlo en una gran oportunidad para el desarrollo y para nuestra inserción en el mundo. Si, por el contrario, la agenda de la sostenibilidad ambiental continúa siendo un simple añadido en los discursos, un mero gesto de corrección política, estaremos perdiendo la oportunidad de tener un rol protagónico en el siglo XXI.

Hoy estamos frente a cuatro crisis: la pandémica o postpandémica, la económico-social argentina, la del nuevo contexto geopolítico global y la ambiental, que es climática y de biodiversidad. Esta será la más duradera. Podemos seguir tropezando y sufrir cada vez más las consecuencias de cada una de ellas. O por el contrario, podemos ponernos a trabajar para ser parte de una sociedad global que busca superarlas de manera integral. Sin sostenibilidad ambiental no hay salida: sólo habrá crisis recurrentes, cada vez más graves.

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